¿Cuáles son las averías más comunes en camiones? - Auxiliar de Carrocerías

Entre los retos a los que se enfrentan los que trabajan con camiones están las averías. Al ser la herramienta principal de trabajo no solo suponen un desembolso económico, también la imposibilidad de cumplir con las responsabilidades laborales. Conocer cuáles son las averías más comunes en camiones te ayudará a tomar las medidas que sean necesarias para prevenirlas y que, si se producen, supongan la menor pérdida posible.

7 averías comunes en camiones

Te mostramos cuáles son las 7 averías comunes en camiones que debes conocer. De este modo, aprenderás a llevar un control más exhaustivo que evite llegar a un desgaste excesivo de las piezas. Así evitarás el mal funcionamiento de algunos componentes y que se produzcan problemas de consideración.  

1.      Neumáticos

Por desgracia, ningún camionero está exento de sufrir un pinchazo o reventón en carretera. Es muy importante vigilar las presiones. También debes observar periódicamente que no haya zonas deformadas, con bultos o con falta de material por roces con los bordillos. Y, por supuesto, cambia las cubiertas cuando el dibujo llegue a los límites considerados como seguros.

2.      Frenos

El sistema de frenos de un camión es mucho más complejo que el de los vehículos particulares o las furgonetas de reparto. La mayoría funcionan por medio de un circuito hidráulico que ha de recargarse y funcionar en condiciones muy exigentes. Es importante revisar que los conductos visibles están bien, que los compresores funcionan y que los depósitos no tienen fugas.

3.      Transmisión y suspensión

La trasmisión y la suspensión sufren de maneras muy diferentes dependiendo de las rutas y las cargas del camión. Es bueno ser observador y acudir rápido al taller si se nota pérdida de estabilidad, dificultades al maniobrar, movimientos bruscos, etcétera.

4.      Sistema electrónico

Hoy, los camiones tienen muchos más sistemas controlados por la electrónica que antes. Esto aporta mucha más seguridad e información, pero es susceptible de averías. Aunque la mayoría de las veces la información es correcta, puede haber testigos falsos. También puede ocurrir que lo que se indica no tiene que ver con la avería real. Si detectas que algunos datos no son los correctos, no lo dejes pasar y acude al taller cuanto antes.

5.      Refrigeración

Bien sea por mal funcionamiento de la electrónica, por fugas o por la rotura de algún componente, como la bomba de agua o el ventilador, la refrigeración del motor puede fallar. En poco tiempo el motor se detendrá y la avería será de consideración. Si notas que la temperatura es inusualmente alta, detén el vehículo, busca cuál puede ser la causa y, si no tiene solución inmediata, llama a asistencia en carretera.

Dentro de este apartado también se incluye la ventilación del habitáculo, un elemento básico para quienes pasan gran parte del día conduciendo, especialmente en verano. No es algo inusual que se produzcan fugas de gas o un mal funcionamiento del compresor.

6.      Motor

Es complicado que un motor nuevo tenga problemas, pero uno con muchos kilómetros puede dar síntomas de desgaste. La pérdida de potencia o el ruido excesivo puede ser alguno de estos indicativos. Estas averías suelen ser una advertencia de que es necesaria una puesta a punto, una rectificación o que la vida útil del bloque está llegando a su fin. Coméntalo con tu mecánico de confianza.

7.      Carburación e inyección

El uso constante de un vehículo genera partículas que pueden obstruir los filtros o los inyectores. Los cambios de aceite, la sustitución de filtros y las revisiones son la mejor arma contra este tipo de avería tan común. Por supuesto, si notas tirones o ruidos en el motor, detén el vehículo y ponte en manos de un profesional que verifique el origen de la avería.

Precauciones para evitar las averías más comunes de los camiones

Siempre es mejor prevenir las averías que repararlas, por eso es tan importante tomar medidas antes de que surjan. La primera y la más importante es pasar las revisiones en el tiempo y kilometraje indicado por el fabricante. Asimismo, es fundamental buscar talleres de confianza que garanticen un buen servicio.

Hay algunas tareas que puede realizar uno personalmente, como hacer una revisión visual después de cada viaje, revisar presiones o medir niveles. Estos permitirán detectar si es necesario hacer algún ajuste incluso antes de que suja una avería que sea necesario reparar.

Algo más a lo que debes prestar atención es a la caja o remolque. Aunque en algunos casos no forme parte directa de la cabina, está unido a ella y hay que revisarlo para asegurarse de que todo está en orden. En ocasiones, los bultos que se cargan provocan desperfectos y es necesario sustituir algunas piezas. Otras veces hay que cambiarlas por el desgaste normal, aunque todavía no se hayan roto. Sea cual sea el motivo, hay que prestar atención a la carrocería del camión para evitar cualquier accidente que ponga en riesgo al conductor, a la mecánica o a la mercancía.